Vamos casi siempre al mismo sitio, y la verdad es que lo pasamos muy bien. Siempre hay alguna novedad.
Ya han empezado a cantar las ranas, y nos volvemos locos, porque no conseguimos saber dónde se esconden. Cuándo ya casi estamos llegando adonde se oyen, dejan de cantar, y ¡claro! así no hay quién las encuentre.
¡que lugares tan estupendos para correr y divertirse!
ResponderEliminarbiquiños,