Paseo en febrero

Tras muchos días de lluvia, hoy ha hecho buen tiempo.
Pero no ha venido Cuca a vernos. Guiver me ha dicho que llega a la noche. No sé si fiarme, el otro día me dijo que venía el finde y se quedaba una semana. Ahora, que viene esta noche y mañana sube a vernos. Espero que sea verdad, hace mucho que no la veo. Ha tenido exámenes y no ha venido desde navidad.

Como no ha llovido, pensaba que íbamos a salir de paseo. Pero pasaba el tiempo y Guiver no nos ponía los collares, como habitualmente hace cuando vamos a salir.
Hasta que  Zeus, el niñito mimado, fue a hacerle la pelota.Tengo pruebas, se ve en el último video. Como es el más pequeño, es un mimosito. Ahora nos soportamos, pero al principio no parábamos de  pelear. Se creía que por ser más grande iba a mandar él. Y no. Yo soy el mayor. Y le replicaba. Y claro, acabábamos a mordisco limpio, hasta que nos separaban y nos bronca para los dos. 
Ahora cada uno a lo suyo, y de vez en cuándo, hasta comemos juntos sin gruñir demasiado.


 

 Preparados para salir corriendo

Al ver que él corría hacia la puerta, Niko y yo hicimos lo mismo. Se ve que entre mimitos y carantoñas le había convencido para salir un rato. Puerta abierta y... ¡hala! corriendo hasta el camino Astorga, para luego subir hasta la Huerga, el camino habitual. Pero siempre hay cosas nuevas que oler y marcar.

Camino Astorga arriba

Zeus y su sombra

Quiero mandarle un beso a Cuca!

Zeus y Niko se han metido al agua, yo no. 

Aún está muy fría, brrrrr! me hielo sólo de pensarlo.

Zeus, como siempre, se tumba en el fondo. Niko ha cogido del agua un par de palos, y una concha de caracol.

Zeus el mimadito